Las partículas COV se encuentran suspendidas en el ambiente que nos rodea y sin darnos cuenta pueden llegar a afectar a nuestra salud. En este artículo vamos a tratar los problemas que pueden ocasionarnos y cómo un medidor de co2 puede ayudarnos a mantener el COV bajo control.
Las partículas COV (compuestos orgánicos volátiles), cómo ya tratamos en artículos anteriores de nuestro blog, son sustancias orgánicas con gran facilidad para evaporarse a temperatura ambiente. En interiores pueden llegar al aire a través de diversas fuentes como pinturas, plásticos, masillas, disolventes o cosméticos.
Pasamos una gran parte de nuestro tiempo en interiores, la exposición a bajos niveles de estas sustancias, como las de origen químico, provoca irritación, picor, dolor de cabeza, náuseas, fatiga, y otros efectos a largo plazo. En el ámbito laboral, estos pueden provocar un menor rendimiento de las personas, por lo que debemos cuidar que los niveles de concentración de partículas COV estén siempre bajo control. Cuando los síntomas afectan a más del 20 % de los trabajadores de una empresa o a los habitantes de un edificio en común, se habla del “Síndrome del Edificio Enfermo”. El origen del problema es siempre complicado de identificar ya que suelen ser varios factores los responsables.
Los niveles de dióxido de carbono en el interior de una vivienda, oficina o comercio pueden emplearse como medidores de la calidad ambiental interior, siempre y cuando las personas que se encuentran en su interior sean la única fuente de contaminación, ya que el co2 que emitimos al respirar es un indicativo de otros productos del metabolismo humano como alcoholes, aerosoles biológicos, aldehídos… En estos casos un medidor de co2 nos indicará cuando debemos ventilar, para regular la concentración de partículas perjudiciales.
En el caso de que no se puedan reducir las concentraciones de COV a valores que no presenten un riesgo para la salud debemos optar por eliminarlas. La Ionización bipolar por plasma frío es una de las mejores herramientas a la hora de hacer frente a estas partículas. Nuestro purificador PGVI-50 consigue eliminar hasta el 80 % de las partículas COV sin generar subproductos, por lo que mejora la calidad ambiental interior de forma totalmente inocua para la salud.